Una mezcla de tradiciones e instrumentos, con sello característico bolivarense es esta versión del joropo tradicional, pero con sentimiento guayanés.
Los bailadores son parte fundamental del conjunto Foto: ministeriodelaculturabolivar.blogspot.com |
Fusión y tradición marcan el desarrollo de uno de los
ritmos musicales más arraigados al sureste de Venezuela, el joropo
guayanés; una mezcla original como pocas de los
sonidos del joropo llanero, música
tradicional por excelencia, y el joropo
oriental, una versión de la misma expresión sonora desarrollada
en las costas más hacia el poniente del país, que se define con elementos de
pentagrama e instrumentos propios, por lo que su híbrido posee características muy especiales que
lo hacen fácilmente reconocible.
La bandola de ocho cuerdas es un instrumento definitorio de este género Foto: youtube.com |
El estado Bolívar es lugar de nacimiento de este estilo, más
específicamente en Ciudad Bolívar,
donde se dice que se encuentran los cultores más acérrimos de esta tradición,
que hoy en día mantienen vivo
el espíritu de la que se considera como la adaptación de los valores criollos más autóctonos, a la sangre y la
cultura del estado más grande de Venezuela, una región que aunque alejada pro
la distancia física, es parte de su historia y construcción como patria.
La Burra, un estribillo en modo mayor; el Mocho
Hernández, equivalente a la periquera llanera; el Seis Guayanés,
una versión del corrido llanero interpretada en modo menor llamada La
Josa y el Golpe Patricio, de gran similitud al gabán tocado en
los llanos, se tienen como las formas
más representativas de este género, que ha sabido evolucionar dentro de sí
mismo con la ayuda de sus más destacados ejecutantes.
Su baile es bastante libre y se destaca por la
participación tanto del hombre como de la mujer, quienes con su
zapateo no solo forman parte de la composición musical, sino que dan vida a las
melodías en la pista y crean la imprescindible atmósfera de fiesta y alegría.
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