Son muchos los volúmenes escritos en torno a la famosa ciudad de oro de El Dorado, muchos los que la persiguieron y muchos más los que murieron por ella.
La ciudad pérdida de El Dorado quitó el sueño a los conquistadores (Foto: fabricaviral) |
Guayana y sus riquezas no son secreto para nadie, ni para aquellos que buscan en su
superficie y subsuelo el hacerse de riquezas, ni para los conquistadores
españoles que anhelaban los tesoros escondidos en la espesa selva que solo los indígenas conocían. Estos, y solo con la supervivencia
como motivo, llenaron la cabeza y los deseos de los recién llegados con historias de una ciudad hecha de
oro puro, que ofrecía sus bondades al que la encontrara, así nació la
leyenda de El Dorado.
Luego que Francisco
Pizarro conquistara y saqueara
el Imperio Inca en 1530, exploradores y aventureros de
toda Europa acudieron en tropel al nuevo mundo,
esperando ser parte de la próxima expedición que se diera a la tarea de encontrar,
dominar y robar el próximo gran imperio americano; muchos murieron en el
intento, otros cansados y hartos de vagar y sufrir las inclemencias de la
nueva tierra, intentaron tomarla contra los indígenas quienes para salvarse crearon nuevas leyendas.
En algunos mapas incluso aparecía la ubicación de este fantástico lugar |
El Dorado, como toda leyenda, cuenta con un
pequeño punto de verdad, de hecho varios puntos que se reunieron para crear un mito más grande y atractivo.
Las cantidades de aquel metal amarillo brillante que los nativos sacaban del río en
la cuenca del Orinoco y la
promesa de mucho más, se unieron a la
historia del Rey Dorado, o el Indio Dorado nacido en Colombia, y alimentada
por la decepción que sufrieron los españoles al llegar al Lago Guatavitá, les llevaron a
continuar la búsqueda.
El oro extraído fue combustible para los sueños de los europeos (Foto: agropetroleros) |
Lope de Aguirre fue uno de los
españoles más reconocidos que emprendieron la expedición, invitado por Pedro
de Ursúa, pronto se hizo cargo del grupo asesinando a quienes se oponían a
él (incluyendo a Ursúa) y se declaró independiente
de España atacando
campamentos de sus ex compatriotas.
Alemanes como Ambrosius Ehinger, Georg
Hohemut, Nicolaus Federmann y Phillipp von Hutten se
avocaron a su persecución luego de que la familia del banquero Welser tomara
posesión de una buena parte del territorio nacional en 1528, lo que continuó el
desesperado deseo europeo por extender una empresa que estaba condenada de
antemano.
Sir Walter Raleigh y su hijo también hicieron
el intento, sin embargo nada consiguieron, puesto que la ficticia localidad continuaba
cambiando de ubicación. La leyenda
vive hasta hoy en el abuso y explotación de las tierras, así
como en el maltrato que los indígenas sufrieron en la búsqueda por
la ciudad de oro.
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