La receta del paloapique viaja desde los llanos colombianos y venezolanos, hasta establecerse en la región de Guayana, donde adquiere un sabor único y tradicional.
Este plato típico consigue en Guayana una identidad propia (Foto: cocinayrecetasdevenezuela) |
Arroz y frijoles son los pilares de una de las delicias culinarias
más típicas
de Venezuela, y que aunque no
sea tan famosa como el pabellón o las hallacas, si representa una gran cantidad de costumbre
gastronómica e historia de la mesa
llanera y guayanesa, se trata del
conocido paloapique, que ha agraciado la mesa de estas regiones desde
hace muchísimo tiempo y que aún se mantiene entre los favoritos de los
comensales criollos, gracias a su sabor, técnica y tradición.
Ingredientes para preparar el paloapique (Foto: cocinayrecetasdevenezuela) |
Los llanos que unen a Venezuela y Colombia,
comparten el acta de nacimiento de esta confección, y la ruta que sigue lleva
al investigador por todo el cauce del Río Padre, hasta asentarse en
el estado Bolívar; es allí donde gracias al bien hacer de las manos
de la región, en lugares como Caicara del Orinoco o la misma Ciudad
Bolívar, es impensable una reunión familiar, fiesta patronal o del
vecindario, sin una buena ración de este manjar.
El paloapique está basado en la
mezcla entre los frijoles, que pueden ser bayos o pintados,
preparados en un guiso muy bien sazonado y al cual se
acostumbra agregarle chicharrón o en su lugar tocineta o
recortes de cerdo para aumentar el “gusto” de los mismos. A este se le suma el
arroz, que puede ser preparado por su lado, o dentro del guiso de los
frijoles, creando un solo potaje muy suculento y llenador, a este se le
complementa con la carne y algunas verduras locales.
La carne, proteína animal
principal de la receta, es el llamado tasajo o cecina de res, conseguido al
filetear la pieza sumamente fino, para luego salarla y secarla al sol,
consiguiendo tonalidades muy propias, y para muchos un sabor irrepetible; por
eso es que cuando algún cocinero ha intentado cambiar este elemento por carne fresca, suele decirse que
“sabe muy bien, pero no es paloapique”. Cerrando el emplatado, no pueden faltar
las tajadas de plátano o topocho verde y
quizá una arepa fresca del budare.
El paloapique se basa en la unión del arroz y los frijoles (Foto: venezuelatuya) |
En Guayana este plato adquiere su propia
identidad al sumársele auyama, batata, yuca y/o ñame,
productos sacados de la huerta cercana y que lo convierten en una exquisitez
del patio y una representación típica de los fogones
bolivarenses.
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