El Monte Roraima es para mí la Gran Sabana. Es decir, por supuesto que esta magnífica extensión de sabana es mucho más que un solo monte, o un solo tepuy si queremos ser más específicos, pero en mi imaginario personal, un viaje a este lugar necesita ser coronado por la vista desde esta cima.
Camino al Roraima |
Es como viajar a Nepal, darle una mirada a los montes del Himalaya, pero sin llegar a conocer la cima del Monte Everest. Quizás peco de aventurero, pero para mí, un viaje así estaría incompleto y sería quizás una frustración más que una alegría. Lo sé, a veces puedo ser muy exigente.
Así que, con el Monte Roraima en mente, me monto en un autobús que me lleva en mi viaje solitario desde Santa Elena de Uairén hacia el norte por una carretera asfaltada; una alcabala, un giro al Este y finalmente la aldea de Paraitepuy donde los “porteadores” (nuestra versión sabanera de los sherpas), pesarán nuestro equipaje y nos servirán de guía por los caminos verdes.
Me tomo mi respectivo selfie para la historia, con el imponente trozo elevado del Macizo Guayanés a mis espaldas, en la distancia y me uno luego a la foto de grupo aunque no conozco a ninguna de estas personas que me acompañan en la expedición.
El imponente Roraima |
El camino es a través de riachuelos bastante sencillos y largas extensiones de sabana. Es notable uno de los “pequeños” tepuyes, el hermoso Kukenán que tiene una caída de agua interrumpida de 610 metros, convirtiéndola en la segunda más alta del mundo después del Salto Ángel. Eso dicen los guías, mi mente sigue fija la cima del Monte Roraima.
Llegamos al campamento en el río Tek luego de unas cuatro horas, donde me espera una cómoda carpa unipersonal. Aprovecho una pequeña caída de agua para darme un baño con masaje incluido: la fuerza del agua le hace bien a mis músculos ateridos por la carga y la caminata. Es hora de dormir.
Día 2
Nos levantamos muy temprano, comemos, subimos al campamento base a 1840 metros de altura. Todo lo vivo en cámara rápida hasta que el tiempo se detiene frente a la impresionante pared vertical de más de 400 metros que me separa de la cima del Roraima.
El Roraima es el punto más alto de la cadena de mesetas tepuyes de la sierra de Pacaraima |
Solo me queda el ascenso por la rampa final y luego la ansiada cima. La ansiedad me hace detenerme un instante.
Por El hijo del gobernador del estado Bolívar
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