El hijo del gobernador del estado Bolívar: El majestuoso carnaval del Callao

El carnaval del Callao es una de las fiestas más representativas de la tradición venezolana. Una pieza fundamental de nuestro folklore que todo venezolano debería experimentar al menos una vez para ser capaz de volverse parte de esta increíble comunidad al menos por unas horas.

Madamas 

Este evento comienza con una vistosa misa denominada Misa de las Madamas en la que unas 300 mujeres, de la más joven a la más anciana, asisten emperifolladas con vistosas vestimentas, pedrería y turbantes; emulando a aquellas matronas del siglo XIX callaoense, empleadas de las grandes casas de comerciantes adinerados.

Esta misa, tradición de 110 años de edad es la apertura de contexto para el gran Carnaval del Callao y funge como punto de inicio para el primer desfile de comparsas y carrozas  de esta fiesta que se prolonga sin interrupción desde el domingo en la mañana hasta el martes de carnaval.

Patrimonio Cultural de la Humanidad

La mayoría de nosotros como buenos venezolanos hemos escuchado la  voz del cantautor evocando el calipso y el ambiente paradisíaco lleno de hermosas mujeres que se respira en El Callao:

“Y quisiera vivir con ella junto al callao
y bailar calipso en la arena tomando sol
y soñar sin tiempo ni pena
dancing in this paradise
everytime, everytime, ayayayay.”

Lo que pocos sabemos es que este mismo año, la UNESCO ha decidido declarar al Callao Patrimonio Cultural de la Humanidad, reconociendo la centenaria labor cultural de nuestro pueblo por la preservación de su folclor y tradiciones.

Diablo del Callao

En el carnaval bolivarense, los Diablos del Callao visten de rojo y negro, y danzan entre las comparsas usando grandes máscaras y blandiendo tridentes, con los cuales hacen pasos de baile y abren paso a las comparsas.

En medio de la comparsa y el baile pregunto a un poblador si alguna vez suena allí la canción de Juan Luis Guerra sobre El Callao y me explica molesto que su origen nada tiene que ver con el 440 y que la canción fue escrita en Venezuela por Julio Delgado.

Me excuso, y temiendo cometer otra imprudencia pregunto si el calipso lo debo cantar en inglés o en español y una matrona me dice: “yo hablo en español papá, allá los del otro lado que se creen ingleses”. Sonrío y sigo moviéndome en mi ignorancia de turista interesado, haciendo preguntas, aprendiendo este fantástico lugar que me regala Venezuela.

Carrozas

Por El hijo del gobernador del estado Bolívar