lunes, 22 de febrero de 2016

Adentrándose en los misterios del indomable Orinoco

Venezuela y Colombia comparten custodia del impresionante recurso natural que es el Río Orinoco, puesto que este brazo de agua se introduce en los llanos del vecino país por unos 268 kilómetros formando parte también de la vida y el desarrollo más allá de la frontera que divide ambas naciones, siendo tributarios de este otros torrentes de gran importancia como el Aragua y el Meta, haciendo parte de esta compleja súper autopista fluvial al sur de la geografía criolla.

Pequeño caño del Orinoco
El río Orinoco se encuentra al norte con lo que se llama la triple confluencia con los torrentes del Atabapo y Guaviare, de hecho, junto con este último forma un conjunto conocido como el sistema Orinoco-Guaviare que alcanza una longitud de 2.800 kilómetros.

Los comerciantes de todo el sur del país utilizaban al río padre como parte de su proceso de transporte de mercancías, ya que por medio de este se movían pieles, ganado, madera, alimentos, productos para la siembra, entre muchos otros rubros, convirtiéndolo en parte básica del aparato productor de la época, aún hoy día cumple estas funciones, pero en menor grado y trasladando solo determinados productos.


El Puerto de Angostura era para 1818 uno de los puertos locales más importantes del planeta, tanto por la cantidad de embarcaciones que salían o llegaban, como por la cantidad de negocios que se realizaban a partir de él.

Apure, Guárico, Anzoátegui y Monagas a la derecha, y los estado Bolívar, Amazonas y Delta Amacuro a la izquierda del mapa son tocados por el Orinoco en su recorrido por la geografía nacional.

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