Representación de aventura en la ciudad de Puerto Ordaz
La Piedra del Elefante es una roca que bajo ciertos ángulos y un poco de imaginación, emula la cara de un elefante, siendo notorios los rasgos de sus ojos, trompa y orejas. Se encuentra ubicada en el Estado Bolívar, a unos 10 km de la alcabala ubicada en el km 70 de la carretera vieja de Puerto Ordaz, Ciudad Bolívar.
Conocer sus lagunas internas recientemente creadas por la inundación del lago Caruachi, navegar en kayak sobre millones de años de existencia, le dan una energía que hace que uno se sienta chaman en su casa, y ver desde lo alto el paso del tren de Ferrominera.
Piedra que también fue patio de juegos de nuestras etnias prehispánicas, dejando pinturas rupestres en sus laderas, hoy escondida por arbustos, formando una cueva de ancestros; que como ladera regada por sollozos de humedad, nos dicen hola, o tal vez que tal, con escritos en roca vieja para evitar desvanecerse en el tiempo.
Conocido por los paseos en carro, me aventuré a probar esta experiencia con Juan, mi amigo de siempre, el que me acompaña a donde sea y cuando sea. Buscó el carro rustico de su padre, pasó por mi casa y nos fuimos.
La vía tiene al menos dos entradas, entramos por la más lejana al Km 70, un camino de tierra que nos recibe con unos charcos pequeños pero con suficiente barro como para salpicar las camionetas hasta mitad de carrocería.
Al terminar el camino, nos encontramos con la rampa de piedra que conduce a lo que era nuestro objetivo inicial. La subida tiene una planicie/descanso y por supuesto es una parada obligatoria para las primeras fotos y la hidratación.
La subida no es tan empinada pero como dice por ahí, una cosa es ver el camino y otra es recorrerlo, poco a poco Juan agarró la subida, se veía cada vez más el cielo muy cerca, hasta que llegamos a la Piedra del Elefante, es una vista digna de admirar.
Definitivamente, este momento es una de las mejores creaciones de la naturaleza, no era muy conocido hasta cierto tiempo, vale la pena tomarse el tiempo para conocer esta maravilla.
Por El hijo del gobernador del estado Bolívar
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