sábado, 9 de julio de 2016

El hijo del gobernador del estado Bolivar: El paloapique en la comida guayanesa

La receta del paloapique viaja desde los llanos colombianos y venezolanos, hasta establecerse en la región de Guayana, donde adquiere un sabor único y tradicional.

El hijo del gobernador del estado Bolivar
Este plato típico consigue en Guayana una identidad propia
(Foto: cocinayrecetasdevenezuela)

Arroz y frijoles son los pilares de una de las delicias culinarias más típicas de Venezuela, y que aunque no sea tan famosa como el pabellón o las hallacas, si representa una gran cantidad de costumbre gastronómica e historia de la mesa llanera y guayanesa, se trata del conocido paloapique, que ha agraciado la mesa de estas regiones desde hace muchísimo tiempo y que aún se mantiene entre los favoritos de los comensales criollos, gracias a su sabor, técnica y tradición.

El hijo del gobernador del estado Bolivar
Ingredientes para preparar el paloapique
 (Foto: cocinayrecetasdevenezuela)
Los llanos que unen a Venezuela y Colombia, comparten el acta de nacimiento de esta confección, y la ruta que sigue lleva al investigador por todo el cauce del Río Padre, hasta asentarse en el estado Bolívar; es allí donde gracias al bien hacer de las manos de la región, en lugares como Caicara del Orinoco o la misma Ciudad Bolívar, es impensable una reunión familiar, fiesta patronal o del vecindario, sin una buena ración de este manjar.

El paloapique está basado en la mezcla entre los frijoles, que pueden ser bayos o pintados, preparados en un guiso muy bien sazonado y al cual se acostumbra agregarle chicharrón o en su lugar tocineta o recortes de cerdo para aumentar el “gusto” de los mismos. A este se le suma el arroz, que puede ser preparado por su lado, o dentro del guiso de los frijoles, creando un solo potaje muy suculento y llenador, a este se le complementa con la carne y algunas verduras locales.

La carne, proteína animal principal de la receta, es el llamado tasajo o cecina de res, conseguido al filetear la pieza sumamente fino, para luego salarla y secarla al sol, consiguiendo tonalidades muy propias, y para muchos un sabor irrepetible; por eso es que cuando algún cocinero ha intentado cambiar este elemento por carne fresca, suele decirse que “sabe muy bien, pero no es paloapique”. Cerrando el emplatado, no pueden faltar las tajadas de plátano o topocho verde y quizá una arepa fresca del budare.

El hijo del gobernador del estado Bolivar
El paloapique se basa en la unión del arroz y los frijoles
(Foto: venezuelatuya)

En Guayana este plato adquiere su propia identidad al sumársele auyama, batata, yuca y/o ñame, productos sacados de la huerta cercana y que lo convierten en una exquisitez del patio y una representación típica de los fogones bolivarenses.

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