martes, 15 de noviembre de 2016

El hijo del gobernador del estado Bolívar: Parque La Llovizna, destino mágico

Ciudad Bolívar es una de las ciudades del país que encierra más historia en sus calles, plazas, museos y bosques

El hijo del gobernador del estado Bolívar

Era viernes y no tenía nada que hacer y en mis deseos por conocer todo mi amado país, Venezuela, decidí embarcarme en un viaje para Bolívar, mi curiosidad por conocer ésa ciudad, sus zonas turísticas y costumbre, alimentaron las ganas de aventurar, así que tome mi bolso, guarde unas cuantas cosas necesarias y me fui al terminal de Oriente, en Caracas, para iniciar mi travesía.


Ciudad Bolívar es una de las ciudades del país que encierra más historia en sus calles, plazas, museos y bosques. Conocida anteriormente como Angostura, por estar en uno de los lugares donde el "soberbio Orinoco" es más angosto, fue la sede de varias batallas y una de las primeras zonas del país en ser liberadas de los españoles durante la independencia.

Mientras pagaba mi pasaje, pensaba en toda esta carga histórica tan importante, que realmente es el motor que me impulsa a conocer cada rinconcito de mi tierra, así que emocionado y con mi boleto en mano, me senté en mi asiento y comenzó el recorrido hacia mi destino.

Fueron 12 horas de viaje con una parada para comer y descansar. Al llegar, busqué una posada económica, bonita y cómoda, realmente solo tenía ganas de conocer toda la belleza de Ciudad Bolívar, comí y descansé.


Me levanté con mucho ánimo para conocer el Parque La Llovizna, es un bello lugar que nos regaló la naturaleza con una extensión de 165 hectáreas, conformadas por islas y saltos inferiores del Caroní aproximadamente, cinco kilómetros antes de la confluencia con el Río Orinoco.

Comencé el recorrido en tren que me permitió recorrer el parque en unos 25 minutos mostrándote gran parte de él. Durante la ruta observé la maravilla de la flora y fauna que habitan en el parque y diversas caídas de agua, entre ellas el Salto la Llovizna, que le dio el nombre a este parque y que cuenta con unos veinte metros de altura, permitiendo la formación de un torbellino de agua creando al caer la sensación de lluvia, este es el punto final del paseo.


En el camino, hablé con muchas personas, hice algunas amistades y viví lindas experiencias. El domingo tuve que retornar a Caracas, con el corazón regocijado de felicidad por ya poder tener en mi lista un lugar más de Venezuela.

Por El hijo del gobernador del estado Bolívar

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